Me falta algo...

   

    En la vida y en nuestros deseos, siempre estamos en la constante búsqueda y solución de los problemas, de las situaciones, de las relaciones, de nuestro entorno. Vivimos en un ciclo de dar para recibir, de querer para que nos quieran, aquella búsqueda que creemos es necesaria para encontrar nuestra felicidad.

   Nos plantamos patrones y escuchamos historias ajenas, comparamos, esperamos, marcamos como meta todo aquello que deseamos, juzgamos, etiquetamos y nos herimos por no tener todo aquello idealizado, entonces es allí donde vemos reflejados nuestros miedos, dudas, carencias, errores, pero sobre todo donde buscamos la caída y desperfecto de nuestros actos, vivencias, todo aquello que hemos obtenido, todo aquello que hemos cosechado y que poco a poco hemos acumulado.

    Enfrentarnos a nosotros mismos, puede ser el acto más valiente que podemos hacer, pelear con tu propio ego y superioridad, entender y valorar el hecho de no ser perfectos, ni copia exacta de lo que una vez fue el plano ajustado de nuestras perfecciones y deseos.

¿Cuántas veces hemos sentido que nos falta algo?

    Creemos que estamos incompletos, justo ahí donde estamos, marcamos como indeseado cada día y sobrevaloramos cada experiencia, sin duda alguna la vida en sí está hecha de subidas y bajadas.

   Estamos montados en una montaña rusa de emociones y desencantos, de felicidad, pasión, paz, armonía, desasosiego, tristeza, risas, regalos, música, bailes, pinturas, olores, sabores, sensaciones y pare de contar cosas que nos rodean y hacen cada lugar, cada espacio y cada momento único, irrepetible e inigualable, especial.

Somos como debemos ser.

Estamos en el lugar que debemos estar, en el trance que tenemos como destino.

Sentimos lo que vivimos y lo que damos.

    Nos falta algo. 

    Nos falta vivir y descubrir. 

  Avanzar, caminar, pero sobretodo nos falta seguir investigando que viene, que se aproxima y prepararnos para vivirlo, con intensidad y valentía. 

   Solo tú tienes la capacidad exacta de aliento, de fortaleza, de ánimo y de consuelo, para decirle a tu yo interno, cuanto vale, cuanto le espera, cuanto merece y cuanto tiene que aguantar.

    Solo tú puedes darte amor, felicidad y esperanza, de esta forma, solo así podrás caminar libremente y sostener más almas desesperanzadas, transmitir tu fuerza, tu energía y toda esa luz que camina junto a ti, todo eso que eres tu en esencia...

Con amor.

Yula💜